Estos días he estado por portugal y en el hotel me han sorprendido con una estupenda tabla de quesos... para desayunar!!
Para mi uno de los mayores placeres de la gastronomía es el disfrutar de una buena tabla de quesos. Esto que a priori parece una obviedad, sobre todo para los amantes del queso, supone un complejo juego de equilibrios y combinaciones, que no siempre es fácil de conseguir.
¿Cuál es la clave de una buena tabla de quesos?
Personalmente creo que la clave es la selección de los diferentes tipos de quesos, el orden en que los presentas, el corte, el acompañamiento y sobre todo, la temperatura de servicio.
La primera decisión a tomar, es el “motivo” de
Lo ideal es presentar de
Para nota es presentar cada queso con su correspondiente acompañamiento y no solo estoy hablando de pan (que también) probad con membrillo, uvas, nueces, tomates secos, mermelada, almendras, dátiles, crudités, aguacate…
¿Sorprendidos? Probad, probad…
Ahí va una propuesta que combina varios aspectos:
1 Combinar orígenes: presentar quesos de leche de oveja, vaca y cabra
(Roncal, revolcón, Acehuche…)
2 Incluir quesos de diferentes países
(Chedar, Parmesano, Tetilla, Brie, Munster…)
3 Jugar con las texturas: Quesos cremosos, de pasta blanda, de pasta dura
(Mascarpona, Gouda, Idiazabal…)
4 Cubrir todos los sabores: de suaves a fuertes, de salados a ahumados, de picantes a dulces
( Stillton, Epoisse, Gorgonzola, Torta del Casar…)
5 Jugar con formas y colores. Redondos, en cuña, en virutas, etc.
…y para finalizar, lo que muchos estáis echando ya de menos en este post… El vino.
¿Qué vino acompaña a qué queso?
Uhmmmm eso merece una dedicación especial, así que lo dejo para otro día.
Os debo un post de maridaje entre quesos y vinos. Pero definitivamente, una buena selección de vinos, es el complemento ideal, para convertir una buena tabla de quesos en el paraíso de los sentidos.
O puede ser una propuesta novedosa para un desayuno, o para un brunch.
1 comentario:
¿Qué tal un "Jumilla", Capitán?
Bueno, sólo era una sugerencia. Es que yo, aunque vivo en Chile --tierra también de buenos caldos, ¿no?-- nací allí.
Oye, este blog está cada día más apetitoso. Enhorabuena!
Un abrazo
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