Hay días en los que lo planes no salen como estaban previstos... y de repente te encuentras con unas horas libres para aburrirte, o para emplearlas en algo provechoso.
Es lo que me ocurrió el pasado martes por tierras gallegas... y esas horas las aproveche en callejear por una ciudad que conozco poco, pero que me encanta: Pontevedra.
Pontevedra tiene rincones y callejuelas preciosas, que en verano bullen de terrazas y de gente y que ahora en primavera y un martes cualquiera están tranquilas y menos transitadas, pero igualmente mantienen el encanto.
Fue un paseo tranquilo y reposado y como llevaba la cámara en el coche... pues hice un poco el japonés.
Es lo que me ocurrió el pasado martes por tierras gallegas... y esas horas las aproveche en callejear por una ciudad que conozco poco, pero que me encanta: Pontevedra.
Pontevedra tiene rincones y callejuelas preciosas, que en verano bullen de terrazas y de gente y que ahora en primavera y un martes cualquiera están tranquilas y menos transitadas, pero igualmente mantienen el encanto.
Fue un paseo tranquilo y reposado y como llevaba la cámara en el coche... pues hice un poco el japonés.
...y para finalizar estas horas de asueto, el descanso del guerrero: Una cerveza bien, bien fría y unos taquitos de tortilla y un rato de mirar pasar la vida desde una terraza.
2 comentarios:
Artista, esas fotos de blanco y negro...muy bonitas, pero no había nadie por la calle?
:)
Ya veo que te has pasado por algunos de nuestro lugares con encanto de la ciudad. Me gusta el toque b/n, deberé de probar con algunas a ver qué tal.
Ferrería, Soportales, Tetúan, Méndez Núñez, Pedra...
Me da la impresión que tuviste suerte. A mi siempre se me cruza algún pelmazo para joerme la foto.
Un martes hacia las 1130? Es buena hora. Yo salgo los findes con la cam y pasa lo que pasa por la crisis, ya que antes no había nadie en la ciudad los fines de semana.
No, no las había visto hace tiempo que ando perdido
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