Donde el viento nos lleve: Mascarones de proa (II). Trafalgar

jueves, 11 de septiembre de 2008

Mascarones de proa (II). Trafalgar

Hace más de 200 años en las aguas del golfo de Cádiz, frente al cabo Trafalgar se desarrolló la batalla de Trafalgar entre la flota inglesa y la escuadra combinada franco española.
Esta batalla que determinaría la hegemonía de los mares durante los siguientes 100 años es uno de los combates navales más recordados de todos los tiempos.

Los buques insignia en en Trafalgar fueron el Santísima Trinidad de 140 cañones (Jefe de Escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros, Capitán de Bandera Francisco de Uriarte y Borja) por parte española, El Bucentaure de 80 cañones (Comandante general Almirante Villeneuve, Capitán de Bandera Jean Jacques Magendie) por parte francesa y el HMS Victory de 104 cañones (Comandante general Almirante Horatio Nelson, Capitán de Bandera C. Hardy).

Estos tres navíos, auténticas fortalezas y Señores de la mar océana combatieron por dominar los mares en el marco de las guerras Napoleónicas, y tras la batalla de Trafalgar, sólamente uno de ellos continuó surcando los mares.

El Santísima Trinidad y el Bucentare acabaron el combate muy maltrechos y se fueron a pique el temporal que barrió el golfo de Cádiz tras la batalla.
El Victory, prácticamente desarbolado y con varias vías de agua, consiguió ser remolcado hasta Gibraltar, y ha sido restaurado y conservado hasta nuestros días.

Santísima Trinidad:
El Mascarón de Proa del Santísima trinidad se compone de un león rampante coronado.
Se trata de un mascarón común, ya que en aquella época la normativa de la armada española obligaba a que todos los buques de guerra portaran el mismo mascarón.
En detalle se tata de un león rampante uñado y lenguado, símbolo originario del Reino de León. (este mismo león podemos verlo todavía en el actual escudo de España.)

Existe una réplica del Santísima trinidad, atracado en puerto como restaurante.
A partir del año 1793 la Armada renueva su normativa, y se decreta que los mascarones de proa de todos los buques de guerra han de ser alusivos al nombre del buque. Con posterioridad a esta fecha, el Santísima trinidad sufrió varias reformas importantes, sin embargo no se modificó el mascarón original.


Bucentaure
El Bucentaure es el único de los tres navíos que presentaba un mascarón de proa con motivos alegóricos al nombre del buque.
El HMS Víctory y el Santísima Trinidad portaban mascarones "Corporativos" de la armada o de su gobierno.

El Mascarón del Bucentaure representaba al parecer la figura de un centauro armado con un bastón.
Los Centauros, (su nombre significa asesinos de toros), son figuras mitológicas con torso humano y parte inferior de caballo de carácter violento y salvaje.

El Bucentaure se hundió en la bahía de Cádiz, y solo se conservan de él algunos planos y pinturas, la mayoría de ellas realizadas con posterioridad al hundimiento.
Por ello no existe certeza sobre la exactitud de su mascarón de proa, ya que realmente un "Bucentauro" es una variante del Centauro, donde el cuerpo inferior es de toro en lugar de caballo.
Según las pinturas el mascarón es un centauro, pero llamándose el barco Bucentaure, parece más lógico que el mascarón tuviese una parte inferior de toro en lugar de caballo, detalle que pudo pasar desapercibido a los pintores de la época.

...La respuesta está en el fondo de la bahía de Cádiz.


HMS Victory
El mascarón de proa del Victory es también un mascarón corporativo, y está formado por un querubín (en el lado de estribor) y un Serafín (a babor) sujetando el escudo de armas de Inglaterra, coronado por la corona real.
El escudo contiene dos inscripciones correspondientes a dos celebres frases de reyes ingleses; una en Latín y otra en Francés:
Honi soit qui mal y pense” de Eduardo III (1370) traducida como "Mal haya para quien mal piense", o "Vergüenza para el mal pensado"
"Dieu et mon droit" de Ricardo I (1198), traducida como "Dios y mi derecho".

El Serafín representa al más alto rango de ángeles y es símbolo del amor de Dios, mientras que el Querubín representa la sabiduría.

Es el único de los tres conservado hasta nuestros días, y es un monumento a la historia y a la vida marinera.

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