Donde el viento nos lleve: Cenas de Grandes Vinos (III)

martes, 20 de noviembre de 2007

Cenas de Grandes Vinos (III)

El pasado viernes volvimos a reunirnos alrededor de una mesa para disfrutar de los pequeños placeres que nos da la vida: Buen vino, buen menú y buena compañía.

Esta vez cambiamos el restaurante habitual deboca, por el nuevo local que gestionan los mismos propietarios: Síbaris.
Como ya he comentado el restaurante lo lleva la misma gente que el deboca, así que le ponen el mismo cariño y buen gusto.

La noche se desarrolló alrededor en dos tintos, y como novedad, catamos un champagne.

Los tintos fueron:

Quinta da Pellada 2005 D.O. Dão (Portugal)
Viña el Pisón 2005
D.O. Rioja

El champagne:

Bollinger Special cuvée


El vino portugués Quinta da Pellada, es un vino de Álvaro Castro, uno de los productores de mayor calidad del país vecino.

Se trata de un vino de variedad Touriño nacional y tempranillo; color morado intenso de capa alta. En nariz es potente, con fruta muy madura y muchos toques de balsámicos (regaliz). En boca es ligeramente carnoso, con un toque incluso dulzón y una madera muy suave.

Un vino muy interesante.

Viña el Pison 2004

Fue la sorpresa de la noche, ya que fue una botella que Javier compartió con nosotros. (alarde de generosidad y buen talante).

Es un vino de los considerados legendarios. Es uno de los 5 vinos españoles que han recibido este año 100 puntos Parker, la máxima valoración.

Es un vino de los considerados de Pago (no solo por el precio) con un color morado intenso, casi negro, de capa alta a altísima, con una lágrima muy tintada.

Al principio estaba un poco cerrado, pero después de decantarlo y oxigenarlo un poco, fue desarrollando todo su potencial.

En nariz tiene toques minerales, fruta potente y aromas tostados de la barrica.

El primer ataque en boca, fue para mi eso, …un ataque, con un tanino muy marcado, muy carnoso. En boca vuelve a salir la madera, mucha fruta y una vez superado el primer golpe de potencia se disfruta de su complejidad y de un largo postgusto.

Es un gran vino que no conocía, ni conocía su valoración, y sin ánimo de corregir al señor Parker, considero que los hemos probado mejores.

Bollinger Special cuvée

La casa Bollinger lleva produciendo excelentes Champagnes desde comienzos del siglo XIX.

Este Special cuvée de pinot noir es un ejemplo.

A la vista presenta un tono pajizo llegando al dorado, brillante y limpio.

En nariz prediominan las notas de levadura, tanto, que llegamos a discutir sobre su posible oxidación (personalmente creo que no). Toques de canela y algo de fruta.

En boca, fresco y elegante, con toques tostados y una buena acidez.

PS+

PS+1


3 comentarios:

L'hérisson dijo...

Eh, esto.... Yo es que soy un erizo de pueblo.... Pero... ¿De verdad de la buena que sois capaces de notar en un vino (o en lo que sea) "toques minerales, fruta potente y aromas tostados de la barrica" o que "vuelve a salir la madera, mucha fruta y una vez superado el primer golpe de potencia se disfruta de su complejidad y de un largo postgusto"??????
Yo sólo soy capaz de clasificarlos en tres categorías: malos, buenos y cojonudos...

El Capitán. dijo...

Hola L'herisson!! hacía tiempo que no te veía por aqui.

en el tema de los vinos, como con otras muchas cosas, es cuestión de práctica, y de educar los sentidos, pero sobre todo de practicar, practicar y practicar....

algo que ayuda mucho (y que se suele hacer poco)es la cata comparativa, es decir,probar varios vinos a la vez y tener varias copas con diferentes vinos. de este modo tienes una referencia y puedes comparar, con lo cual descubres matices y cosas diferentes de un vino a otro.

Lo de los toques minerales puede ser una forma de decir que huele a piedra o a tierra... (a que huele una piedra?, prueba, prueba...

...por cierto, aunque yo no soy erizo, también soy de pueblo ;)

un saludo !!

L'hérisson dijo...

Andaba ocupado recogiendo provisiones para el invierno, que comienza a ser duro....

No sé, yo es que en esto de los vinos (y gastronomía en general) soy muy simple: o me gustan o no (luego hay grados, obviamente, aunque sin pasar de 5: malo, regular, normal, bueno y pa' cagarse -con perdón-). En mi opinión todo el resto es parafernalia.